
Fuente: lasillarota.com
Por: Redacción
08 de junio de 2025
Url Original: https://lasillarota.com/negocios/2025/6/8/urge-aprovechar-las-remesas-como-motor-de-inclusion-financiera-advierte-especialista-539798.html
Carlos Marmolejo, director general de Finsus, expone a La Silla Rota que es necesario transformar los ingresos de las remesas en herramientas de desarrollo, es decir más allá del consumo inmediato ya que así se favorecería a la economía a largo plazo
Aunque el tipo de cambio puede influir en la cantidad de pesos que reciben las familias mexicanas por cada dólar enviado desde el extranjero, un especialista considera en que el verdadero impacto de las remesas depende del uso que se les da.
Carlos Marmolejo, director general de Finsus, aseguró que más allá del valor del dólar, lo crucial es canalizar ese dinero hacia fines productivos que ayuden a romper ciclos de pobreza.
“Durante muchos años —estamos hablando de más de 60,000 millones de dólares al año— eso tiene un impacto directo: se traduce en comida en la mesa, medicinas, pago de servicios, educación para los hijos”, explicó Marmolejo en entrevista exclusiva para La Silla Rota.
Sin embargo, advirtió que el 90% de las remesas se destinan al consumo inmediato y no contribuyen a modificar la estructura económica de las familias receptoras.
Contexto: Datos del Banco de México indican que en abril de 2025 ingresaron al país 4,918 millones de dólares en remesas, una baja interanual de 3.3%. No obstante, los flujos acumulados en el primer cuatrimestre del año sumaron más de 20,000 millones de dólares, lo que demuestra que, a pesar de variaciones en el tipo de cambio o el entorno económico, los migrantes siguen enviando dinero de forma constante.
“Muchos migrantes están enviando entre el 10 y el 20% de su ingreso mensual, lo que equivale a entre 400 y 450 dólares cada mes, y lo hacen de forma regular. De hecho, el 65% de las personas lo está haciendo de manera constante”, destacó Marmolejo.
De alivio a oportunidad: el reto del ahorro con remesas
El directivo subrayó que las remesas “alivian, pero no resuelven”. A su juicio, estas transferencias pueden reducir la pobreza temporalmente y ayudar a enfrentar emergencias, pero no transforman el nivel de vida a largo plazo si no se les da un uso estratégico.
“Creemos que si se destinara una parte de ese dinero —aunque sea el 5 o el 10%— a una inversión productiva o al financiamiento educativo, entonces sí se puede empezar a romper el ciclo de la pobreza”, afirmó.
Como ejemplo, explicó que, si una familia ahorrara el 10% de una remesa mensual de 400 dólares, en un año podría tener hasta 9,000 pesos invertidos, con rendimientos reales, sin comisiones ni riesgos. “Eso ya es otra historia. Cambia completamente tu vida, ya que empiezas a ahorrar sin darte cuenta y en cada remesa”, sostuvo.
Políticas públicas para aprovechar el capital migrante
Marmolejo aprovechó la oportunidad para realizar un llamado a impulsar políticas públicas que faciliten el uso productivo de las remesas, sin imponer controles, pero promoviendo el ahorro y la inversión desde etapas tempranas.
“Necesitamos educación financiera desde las escuelas, incentivos al ahorro, alianzas con fintechs y programas que reconozcan el esfuerzo migrante como parte del desarrollo nacional. No estamos hablando de teoría: ya somos más de 400 mil usuarios, muchos de ellos en municipios abajo de 15 mil habitantes, donde la gente ya está ahorrando parte de sus remesas”, concluyó el especialista.